viernes, 8 de marzo de 2013

Harriet Tubman

 Los periódicos recogieron el patriotismo, sagacidad, energía y habilidad de Tubman. Posteriormente trabajó con el Coronel Robert Gould Shaw en el asalto al fuerte Wagner. Ella describió la batalla diciendo: «Primero vimos el rayo, que eran las pistolas; y luego escuchamos el trueno que eran los cañones; y luego escuchamos la lluvia caer, que eran gotas de sangre cayendo; y cuando fuimos a recoger los campos eran hombres muertos lo que cosechamos».

Harriet Tubman (nacida como Araminta Ross en 1820 y fallecida el 10 de marzo de 1913) fue una luchadora por la libertad de los afroamericanos durante la Guerra Civil estadounidense. Tras escapar de la esclavitud, realizó trece misiones de rescate en las que liberó a cerca de setenta esclavos1 utilizando la red antiesclavista conocida como ferrocarril subterráneo. Posteriormente ayudó a John Brown tras su toma del arsenal de Harpers Ferry, y tras la guerra luchó por conseguir el sufragio para las mujeres. Nació en esclavitud en el Condado de Dorchester, Maryland. Durante su niñez fue apaleada y golpeada con látigo por varios de sus propietarios. Siendo adolescente, sufrió una fuerte herida en la cabeza cuando uno de sus propietarios la alcanzó accidentalmente con un objeto pesado que había lanzado contra otro esclavo.2 Como consecuencia de la herida, sufrió ataques de apoplejía, dolores de cabeza, visiones y episodios de hipersomnia a lo largo de toda su vida. Devota cristiana, atribuía sus visiones y sueños a premoniciones divinas.
En 1849, Tubman escapó a Filadelfia. Tras ello, regresó inmediatamente a Maryland para rescatar a su familia. Poco a poco, fue sacando del estado a sus diversos parientes, en ocasiones guiando personalmente a docenas de esclavos hacia la libertad. Viajando de noche y en extremo secreto, Tubman (o «Moses», como era llamada) “nunca perdió un pasajero”.3 A lo largo de los años se ofrecieron diversas recompensas por la captura de los esclavos huidos, pero nunca se supo que Harriet era quien estaba ayudándolos. Cuando la Ley contra los esclavos fugitivos se aprobó en 1850, ayudó a muchos esclavos a huir hacia Canadá.4
Rit luchó para mantener la familia unida pero la esclavitud lo impidió. Edgard Brodess vendió a tres de sus hermanas (Linah, Mariah Ritty, y Soph), separándolas de la familia para siempre.5 Cuando un comerciante de Georgia propuso a los Brodess la compra del menor de los hijos de Rit (Moses), ésta le escondió durante un mes ayudada por otros esclavos y negros libres de la comunidad,6 e incluso llegó a enfrentarse directamente con su propietario por la venta.7 Finalmente cuando, Brodess y el comerciante de Georgia fueron a los alojamientos de los esclavos para llevarse al niño, Rit les amenazó directamente con «abrirles la cabeza».7 Brodess se retractó de su idea y abandonó la venta.8 Los biógrafos de Tubman coinciden en la idea de que este episodio influyó directamente en ella haciéndola creer en sus posibilidades de rebelarse frente a la esclavitud

Legado

Harriet Tubman, fue ampliamente conocida y respetada durante su vida, convirtiéndose en un icono americano en los años posteriores a su muerte. Una encuesta realizada a finales del siglo XX la situaban en tercer lugar como una de las personas más famosas de la historia americana tras Betsy Ross y Paul Revere.135 Ha inspirado a generaciones de afroamericanos a luchas por la igualdad y por los derechos civiles; siendo elogiada por políticos de todas las ideologías.136
A su muerte fue enterrada con honores militares en el cementerio de Fort Hill, en Auburn.137 La ciudad la homenajeó con una placa en el palacio de justicia, que fue criticada porque la frase utilizada («I nebber run my train off de track»)138 no trasmitía la importancia de su figura como patriota americana y defensora de las causas humanitarias.139 La ceremonia se convirtió en un importante tributo a su memoria, y Booker T. Washington pronunció el discurso principal.140 La casa de Harriet Tubman fue abandonada en 1920, para posteriormente ser restaurada por la Iglesia Episcopal Metodista Africana Sion. Hoy en día convertida en museo y centro de difusión recibe gran número de visitantes.141
Las biografías de Bradford fueron seguidas por el libro de Earl Conrad Harriet Tubman: Negro Soldier and Abolitionist (Harriet Tubman: Soldado negro y abolicionista). Conrad tuvo serios problemas para encontrar un editor, la búsqueda duró cuatro años, y tuvo que soportar fuertes rechazos en su esfuerzo por lograr una visión más objetiva y adulta.142 Muchas versiones de la vida de Tubman han sido realizadas para los niños, muchas de ellas posteriores a la de Conrad, pero la de Conrad ha sido la más utilizada para transmitir la figura de Tubman a los estudiantes americanos.143 Finalmente fue publicada en 1942.142 A pesar de su popularidad, hasta 2003 no se volvió a publicar otra biografía, ese año lo hizo la de Jean Humez y un año después lo harían las de Kate Larson y Catherine Clinton.
Sin embargo Tubman fue honrada de muchas otras formas en toda la nación en el siglo XIX. Docenas de estudiantes fueron llamados Harriet en su honor,144 y tanto la casa de Harriet Tubman en Auburn como el museo Tubman en Cambridge se convirtieron en monumentos a su persona y su vida.144 En 1944 la Comisión Marítima de los Estado Unidos botó el SS Harriet Tubman.142 En 1978, el Servicio Postal de los Estados Unidos puso a la venta una serie de sellos en honor de personajes afroamericanos entre los que se encontraba Harriet.145 Además la Iglesia Episcopal de los Estados Unidos la incluye entre sus santos en su libro de oración.

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