martes, 5 de enero de 2010

Cómo intervino Sandro en mi ideal masculino

Murió Sandro, el “Gitano” como era llamado. ¿Por qué lo recuerdo? Pues bien; aunque el era un hombre mayor y yo una adolescente cuando le vi por primera vez me impresiono su aspecto varonil, su voz y sus labios, de hecho había una amiga que me apodó “los labios sensuales de Sandro” eso hizo que nunca me olvidara de los dos, pues la verdad es que aunque me avergonzaba que lo hiciera, y hasta me molestaba, fue quién me ayudo a no sentir mas vergüenza por tener labios gruesos y a sentir atracción por los hombres con sonrisa sensual, de mirada india y voz fuerte. ¿Sería entonces que me identificaba con él por los labios? Pues los hombres mayores no me gustaban para nada pues cuando Sandro inicio su carrera como cantante yo aun no había nacido. Confieso que sentía culpa porque él me gustaba y fueron los primeros labios que me imagine besar de manera sensual.
Confieso que (sin dejar de agradecer a Dios) cuando en mis años adolescentes me coqueteaban los hombres con mas de 5 años mayores que yo todo mi cuerpo les rechazaba. De hecho en ocasiones queriendo entrar a la moda como algunas compañeras, intentaba hacer el esfuerzo de pararle bolas a algunos, pero definitivamente; mis padres hicieron un buen trabajo, sentía que no era sano y le veía como un insulto, zapatero a tus zapatos. Mi principal mecanismo de defensa era desconfiar totalmente de ellos, o tenían esposa, hijos, eran psicópatas o me llenarían de hijos, además de encerrarme y celarme. Otra cosa fue que siempre me aterraban aquellas historias en que la gran mayoría de las mujeres adultas que conocía se habían iniciado sentimentalmente con hombres tan mayores que pudieron ser sus padres o en el peor de los casos, sus abuelos. Otros elegían por ellas de acuerdo a los intereses familiares y sociales, sin desconocer aquellos pocos casos en que ellas se escapaban, se embarazaban de otros o se revelaban de frente pese a las consecuencias tan aterradoras que les esperaba.
Recuerdo muy claro que una amiga menor que yo, ella tenia 16 años y un novio de 45, yo tenia 18 y estaba preocupada de llegar a los 40 sintiendo atracción por los adolescentes, estaba confundida, me parecía ilógico que aquella chica con un cuerpo bien contorneado, con muchos chicos de su edad detrás de ella, solo miraba hombres mucho mayores que ella. Obviamente ahora que soy psicóloga me doy cuenta que habían muchos elementos implícitos para que ella decidiera aceptar relaciones con hombres muchos mas adultos. Pero también me llevo mucho tiempo entender que conforme vamos avanzando hacia los años maduros, nuestros gustos por el ideal físico en el amor, también.
Pues a través de Sandro y gracias a esta amiga quien sabia que yo me avergonzaba por mi “maravillosa bemba grande” aprendí a aceptarme a mi misma, reforcé mi autoestima, a reconocer que habían millones de mujeres deseando tener sus labios como los míos, a saber que también hay personas que te critican cuando sienten la horrible envidia y que es mejor ignorarlas. Pero también con mi atracción oculta y casi libidinal hacia Sandro un hombre mucho mayor que yo, aprendí mi proceso natural de sentir atracción por la belleza masculina que las monjas habían castrado con su censura. Aprendí a utilizar en mi proceso formativo lo que concierne y de acuerdo a cada edad, sin tener que pasar a extremos o/a etapas que aun no me correspondían. Le doy gracias a Dios porque me mostró otros caminos adecuados a mi edad y yo pude decidir sin dejarme seducir por otros intereses, como el dinero, los viajes, ropa y otros, que en últimas son un camuflaje para la drogadicción, prostitución, golpes y otras cosas igual de perversas como hijos indeseados y abandonados, o ser negociada por la familia, etc. No porque tener estas cosas sea malo, sino porque no es la forma mas idónea de obtenerlas. Los y las adolescentes deben terminar de crecer y aunque su vida está llena de emociones y expectativas cada cosa a su determinada edad.
Si una niña de 15 años se casa, se ennovia, o lo que sea, con un hombre de; por ejemplo 40 años y para rematar con antecedentes dudosos, ¿Qué cree que le espera? O si por el contrario es un hombre con costumbres dentro de lo que exige la norma ¿Qué cree que le espera a él también? ¿Vale la pena?
Probablemente si, pero lo mas seguro es que esa sobrecarga de emociones en donde aun no se tiene la suficiente edad y experiencia para poderlas discernir, no traerán mejores consecuencias. El proceso de una mujer adulta, digamos que de 37 años con un hombre de 60 es diferente, pero aun así ellos tienen la responsabilidad de revisar además de otras cosas su vida sexual como un ejemplo mas claro, buscando siempre salidas que les beneficie a ambos.
Con este escrito no estoy censurando a nadie pero si llamo a muchas jovencitas a recapacitar un poco sobre lo que desean para su vida sentimental o si vale la pena vivir experiencias que solo les llenaran de más dolor.
Comparte conmigo tu comentario y gracias por leer mi comunicado.

1 comentario:

  1. Pido disculpas, pus este artículo lo envíe aun sin la última revisión ortográfica.

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